lunes, 27 de mayo de 2013

El Rectificado "Una reflexión"


Los cubanos no les perdonan a los españoles que en 1871 fusilaron injustamente a ocho estudiantes de medicina de la Universidad de La Habana y cada año conmemoran la fecha lacrimosamente, los mexicanos tienen sus ''niños héroes de Chapultepec'', seis cadetes adolescentes que murieron en 1847 defendiendo una guarnición militar —el castillo de Chapultepec— ante los invasores norteamericanos. Los paraguayos continúan hablando de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), cuando se enfrentaron a Brasil, Argentina y Uruguay y murieron casi todos los varones en edad de esgrimir un cuchillo. Y así, en cada país o comunidad (también en España) los agravios no suelen cancelarse, todo lo contrario, se reviven periódicamente como si ello fuera imprescindible, como si de un alimento se tratase para mantener no se que vigencias.


Posiblemente el resentimiento o la inquinia sea, sin duda, uno de los lastres existenciales mas duros de la especie humana. En su entorno se han creado catedrales de malentendidos y no pocas enfermedades asociadas a la necedad de seguir considerándose víctimas, unos y otros,  sin verse ápice de culpa, ni en unos ni en otros.
Rectificar es la experiencia de paz y comprensión. Solo se puede rectificar cuando se consiente al enfrentar  las situaciones rígidas que se han vivido, y al dirigir la atención más en las cosas
 que nos unen que no en las que nos separan, sin rehusar acercamientos, y eso, no significa que nuestra historia deba olvidarse, todo lo contrario, debe ser recordada pero no perdurar, y debe ser recordada para no caer de nuevo en el mismo error, rectificar no és o significa olvidar y negar, y no lo és precisamente por aquello que no debe repetirse. Rectificar es la poderosa afirmación de que el pasado no arruine nuestro presente, y recordando ese pasado se construya por y para el futuro.
Hay tres componentes principales que motivan la creación de largos y dolorosos resentimientos, las afrentas exageradamente personalizadas, las culpabilizaciones de los ofensores, y el hecho de impregnar a las nuevas generaciones de una historia de rencor interminable.
A los que la vivieron esos episodios, posiblemente no les faltaran razones para no olvidar y ser cautos, y muy probablemente todo ello les resulte difícil, pero a los mas recientes y a las  futuras generaciones les costará entender o comprender esa postura, pues el significado de rectificar es o parte de un entorno y una doctrina cristiana y para nada todo ello le és o sirve de ejemplo.
La historia del rectificado existe desde hace aprox. 25 años en España, poco plausibles hay que reconocerlo. Este rito se caracteriza por ser minoritario por su condición crística, otra característica es su peculiar nacimiento y su corta y bacheada andadura, pero a su favor es su vida que no deja de ser relativamente joven si lo comparamos con otros episodios, en este período los protagonistas aun tienen tiempo de reescribir y dejar una reseña histórica que se recuerde y se les recuerde, y que todo ese trabajo realizado no sea en vano, ese és el camino si es que algo tiene de cristiano, y si bien ahora no es posible unir o aunar si es posible federar, nada seria más bonito que establecer un comunión común con respeto en sus diferencias y sus peculiaridades donde la paz y la concordia mantenga entre todos una sola intención y una sola causa “El Rectificado”.