martes, 10 de enero de 2012

Breve Historia de la Masonería o Francmasonería



La francmasonería o masonería se define a sí misma como una institución discreta de carácter iniciático, filantrópica, simbólica y filosófica fundada en un sentimiento de fraternidad. Tiene como objetivo la búsqueda de la verdad a través de la razón y fomentar el desarrollo intelectual y moral del ser humano, además del progreso social. 

Los masones se organizan en estructuras de base denominadas logias, que a su vez pueden estar agrupadas en una organización de ámbito superior normalmente denominada "Gran Logia", "Gran Oriente" o "Gran Priorato".

Aparecida en Europa entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, la masonería moderna o "especulativa" ha sido descrita a menudo como un sistema particular de moral ilustrada por símbolos. 

Una de las leyendas más importantes de la francmasonería atribuye a Hiram Abif, mítico arquitecto del Templo de Salomón en Jerusalén, la fundación de la orden masónica. Algunos textos retrotraen el origen de la masonería a épocas de aún mayor antigüedad, y llegan a considerar como fundadores a distintas figuras bíblicas, como Tubal-Caín, Moisés, Noé o el mismísimo Adán. Más realistas, pero todavía en el ámbito de lo mítico o de lo pseudohistórico, diversos autores han atribuido este origen a los constructores de las pirámides en el antiguo Egipto, a los Collegia Fabrorum romanos, a la orden de los Templarios, de los Rosacruces o a los humanistas del Renacimeinto.
La hipótesis más aceptada afirma que la francmasonería moderna procede de los gremios de constructores medievales de castillos y catedrales (la llamada masonería operativa ), que evolucionaron hacia comunidades de tipo especulativo e intelectual, conservando parte de sus antiguos ritos y símbolos. Este proceso, que pudo iniciarse en distintos momentos y lugares, culminó a principios del s.XVIII.

El 24 de junio de 1717, cuatro logias londinenses que llevaban el nombre de las tabernas en que realizaban sus encuentros (La Corona, El Ganso y la Parrilla, El Manzano y El Racimo y la Jarra), se reunieron para formar una agrupación común. Denominaron a esta organización la Gran Logia de Londres y de Westminster y su primer Gran Maestro Sayer.

La creación de esta nueva institución supuso un salto significativo en la organización de la masonería, que trascendió así del ámbito logial. Formada en parte por miembros de la Royal Society próximos a Newton, la  nueva Gran Logia se dotó en 1723 de una Constitución redactada por dos pastores protestantes: Jean Theóphile Désaguller y James Anderson, quien dio nombre a las que se conocen como Constituciones de Anderson.

La creación de esta Gran Logia de Londres generó reacciones contrarias por parte de algunos sectores de la masonería operativa inglesa, el nuevo modelo masónico (especulativo), se extendió rápidamente por Europa y América con la creación, en los años siguientes, de la Gran Logia de Irlanda en 1725, la primera Gran Logia de Francia entre 1726 i 1730, la Gran Logia Provincial de Pennsilvania en 1731, la Gran Logia Provincial de Massachussets en 1733 y la Gran Logia de Escocia en 1736.

En España, la primera Logia especulativa de la que existe constancia, y constituida con arreglo a las Constituciones de Anderson, se fundó en 1728 en Madrid por Lord Coleraine, Duque de Wharton, denominada Respetable Logia Matritense o de las Tres Flores de Lys. 

En 1729, el mismo coronel del ejército inglés al servicio de la Corona española, fundó varias logias más en Gibraltar y, en 1739, Lord Lovell, Gran Maestro de de la Gran Logia de Inglaterra, nombró al hermano Jacobo Commeford Gran Maestro provincial de Andalucía.
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